Carlos Derpic Salazar
http://www.paginasiete.bo/2012-10-07/Opinion/Destacados/17Opi00207-10-12-P720121007DOM.aspx
- 06/10/2012
Hace un par de meses, se denunció a la Agencia de Noticias Fides y los diarios Página Siete y El Diario, por supuesta incitación al racismo y la discriminación, al haber difundido dichos medios las palabras que el presidente Evo Morales pronunció en Tiwanaku respecto a las condiciones climáticas y los “flojos” en el oriente de Bolivia.Cuatro ministras y dos viceministras se indignaron ante lo que llamaron aberrante manifestación de machismo, patriarcalismo y colonialismo de un periodista que se refirió a la sucesión de la presidenta del Senado por motivo de ausencia temporal del Presidente y Vicepresidente, que viajaron al exterior.
La Comisión de Ética de Diputados recomendó la suspensión de una diputada, por haberse referido de manera grosera y maleducada al presidente Morales y a la bancada del MAS; suspensión que, finalmente, no tuvo lugar.
La Vicepresidencia presentó denuncia en contra de una conocida activista feminista, por haber pintarrajeado el edificio de dicha institución, lo que constituiría delito penado por el artículo 223 del Código Penal.
El Vicepresidente recordó la existencia de un proceso en contra de tres medios, al referirse a la denuncia sobre explotación laboral en Alemania, en que habría incurrido la hija de una ministra, y su designación en la embajada de Bolivia en dicho país; dijo que quienes difunden tales noticias, deberían cuidarse.
¿Por qué sucede esto? ¿Por qué ciertos hechos son machistas y ofensivos a la dignidad de las mujeres y otros (coplas carnavaleras) no lo son? ¿Por qué sólo los opositores son corruptos? ¿Por qué leer la Constitución es sedición?
Tal vez la respuesta a estas preguntas se encuentre en lo que hace ya varios días, una ministra, un viceministro y un columnista dijeron en relación con la denuncia contra los medios arriba mencionados, cuando en distintos momentos señalaron la conveniencia de que éstos se disculpen; de ese modo, la denuncia penal interpuesta en su contra, concluiría.
Ofrecer disculpas. ¡He ahí la clave para evitarse problemas! Y para evitar ofrecerlas, mejor cerrar la boca: “a boca cerrada, no entran moscas”.
En esta línea caminamos ya hace bastante tiempo, como lo demuestran varias leyes promulgadas de enero de 2010 a la fecha: Lucha contra la corrupción, Modificaciones al Sistema Normativo Penal, Autonomías (en lo referido a la suspensión de autoridades electas a simple acusación formal de la Fiscalía), Régimen de congelamiento de fondos y otros activos de personas vinculadas con acciones de terrorismo y financiamiento del terrorismo, Contra la trata y tráfico de personas y Seguridad Ciudadana; y decretos: Erradicación de la violencia y maltrato contra niños/as y adolescentes en el ámbito educativo y el Decreto Reglamentario del Sistema de Seguridad Ciudadana. Tales normas (y otras también) surgen de evidentes necesidades de la sociedad, pero se utilizan al servicio de la consolidación de un proyecto poder que dejó el cambio en el camino y perdió su carácter popular y nacional.
Todo esto sucede por algo, y tal vez las encuestas respecto a futuras elecciones y la opinión de la población sobre lo que sucede en el país sean una buena base para comprender el momento. En esta línea, las palabras del Vicepresidente, respecto a la posición chilena sobre la salida al mar y el Tratado de 1904, son reveladoras, cuando dijo que Chile reaccionó agresivamente y con amenazas, porque su posición carece de sustento jurídico e histórico. ¿Será que la pérdida de algún sustento explica los hechos que se han mencionado en esta oportunidad?
Carlos Derpic Salazar es abogado.
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