lunes, 15 de octubre de 2012

La calidad de censo y su medición

Álvaro Limber Chirino Gutiérrez

http://www.paginasiete.bo/2012-10-15/Opinion/Destacados/11Opi00215-10-12-P720121015LUN.aspx

- 14/10/2012

Las preguntas de auto-pertenencia y religión han sido las que más debate y discusión han generado en la opinión pública boliviana. Sin embargo, desde un punto de vista técnico y de planificación, ambos temas son secundarios. La verdadera importancia y éxito de un censo está en la calidad de su diseño y sus resultados.

La estadística es una ciencia. Las buenas intenciones y la voluntad no se la pueden medir a menos que se cuente con una herramienta cuantitativa o cualitativa que permita ello.

Por la escasa información técnica que trasciende, el INE no ha establecido suficientemente las herramientas y técnicas que permitan conocer los grados y niveles de calidad y confiabilidad del próximo censo. Ningún censo es perfecto, pero sí debe estar dentro de los márgenes, estándares y criterios internacionales de calidad.

La literatura sugiere que para que un censo sea considerado de calidad debiera ser exhaustivo, preciso, oportuno, medible, entre otros, pero ¿cómo el Instituto Nacional de Estadística (INE) garantiza que estas características se cumplan o al menos sean tomadas en cuenta?

Para cumplir con los criterios internacionales de calidad o establecer sus márgenes existen varias técnicas. Por ejemplo, están las técnicas para medir el error de cobertura y el error de contenido. El primero mide el nivel de sub o sobreestimación de cobertura en la aplicación del censo y el segundo captura el error que se origina a partir de las preguntas/respuestas al momento de aplicar la boleta censal. Las técnicas para cuantificar ambos errores son diversas, pero la más empleada a nivel internacional es la Encuesta de Verificación y Cobertura que debe realizarse inmediatamente después del censo.

No obstante, el Proyecto Censal del INE (2012) y el documento “Post enumeration surveys, operational guidelines” de las Naciones Unidas, señala que Bolivia no realizará esta encuesta (en el censo 2001 sí se la realizó), con el argumento que se medirá el error de cobertura a través del análisis demográfico.

El análisis demográfico es recomendado en países con registros administrativos y migratorios sólidos, completos y exhaustivos, que presumo no es el caso boliviano. La escasa cultura estadística también se refleja en la baja inversión del Estado boliviano en la generación de estadísticas.

Es necesario implementar metodologías confiables de control poscensal para conocer los márgenes de errores del operativo censal que alejen cualquier riesgo o temor de manipulación y para que los resultados del censo cuenten con la credibilidad y confianza de todos los usuarios de información de estadística y la ciudadanía en general.

Termino con una frase propia: “Un proceso es de calidad en la medida que dicha calidad es medible y esté dentro de un umbral permitido y definido previamente”.

Álvaro Limber Chirino Gutiérrez es estadístico, investigador y consultor de la Fundación ARU y miembro del Grupo de Trabajo “La Ruta del Censo 2012”.

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