domingo, 28 de octubre de 2012

Lo acato, pero no lo cumplo

http://www.paginasiete.bo/2012-10-28/Opinion/Destacados/17Opi00228-10-12-P720121028DOM.aspx

- 27/10/2012

Don García Linera y otros masistas salieron esta semana pasada con actitudes totalmente coloniales, no en el absurdo sentido de que se le ha dado a la palabra en los últimos tiempos, sino en la intención de reivindicar la autoridad del gobernante a los extremos que se conocían en estas tierras solamente en los tiempos en que éramos gobernados por nuestros bondadosos reyes católicos.

El contradictorio término de uso regular en muchos documentos legales de la época virreinal, del “lo acato pero no lo cumplo”, era precisamente una salvaguarda para no terminar en la horca por supuestamente haberse atrevido a desafiar al rey, al hacer algo que pudiera molestar a las autoridades locales, y para evitar que éstas lo neutralicen, o lo liquiden a uno con una acusación de traición o de desacato.

De hecho, los confusos eventos de 1809 contienen precisamente detalles que nos hacen recuerdo a este tema, los revoltosos de La Plata gritando: “Viva el rey, muera el mal gobierno”, y Murillo aduciendo, a fin de salvar la vida, que él nunca, pero nunca se rebeló contra el rey, y Goyeneche, por su parte, deshaciéndose de un grupo de opositores simplemente acusándolos de traición.

Insisto, no deja de llamar la atención que posiblemente la más colonial de las figuras legales trate de ser reimplantada en este país de la supuesta descolonización; pero el asunto va más allá, porque para tener una sociedad sana lo más importante es tener por lo menos un sector irreverente, eso lo entendían inclusive los brutales monarcas medioevales que toleraban un bufón en la corte.

Una sociedad sana y moderna tiene que tener un gobierno que acepte las críticas, y que tolere inclusive los comentarios soeces de algunos, porque más importante que un ambiente de respeto al gobernante es un ambiente de respeto a los derechos de los ciudadanos. La libertad de expresión es el derecho sin el cual no se puede hablar de democracia, y lo importante es velar por que no se creen resquicios para que esta libertad sea anulada.

Aunque no me dedico al Facebook con el ahínco con el que parece que lo hace don García, algunas veces me han llegado comentarios tan toscos y racistas contra Evo, que he sentido la tentación de volverme masista, debilidad que subsano viendo unos minutos el canal estatal, que me sirve de eficiente antídoto para cualquier veleidad pro gubernamental, y sin embargo eso, los comentarios imbéciles en la red son un mal mucho menor que tener una sociedad que se coarte de expresar sus opiniones simplemente por temor.

Por lo demás, García Linera debería saber que, como dice la Biblia (y el canciller lo puede corroborar), si se mandara callar a la gente, las piedras comenzarían a gritar. Aun en las dictaduras más sangrientas no dejaron de haber burlas hacia los tiranos de turno, y las burlas contra los reyes españoles fueron duras y crueles, pese a las leyes que castigaban el irrespeto a la investidura real.

Por el otro lado se puede optar por tratar de minimizar los daños, exigir a su excelencia que piense primero y hable después, porque si sigue confundiendo Panamá con Canadá, la gente se va a seguir burlando de él, como en su momento lo hicieron de Reagan, que brindó por Bolivia cuando estaba en el Brasil. Exigirle también que haga nomás licitaciones cuando haga contratos millonarios, porque los contratos directos dan muy mala impresión.

Agustín Echalar Ascarrunz es operador de turismo.

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