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- 02/10/2012
Lo cotidiano está sembrado de: sí jefecito, sí jefazo, lo que usted diga jefe, el jefe no se equivoca, es la voluntad del jefe. América Latina es una historia larga de Yo el Supremo; de tanto en tanto se reproducen caudillos que creen ser dueños del mundo, pero lo más sorprendente es que sus círculos íntimos abonan la tierra para hacer entender a sus caudillos como eternos, como infalibles.El Supremo puede decir lo que quiera, pero sus círculos íntimos se encargan de interpretar al Jefe y transformar cualquier error en filosofía, en principios, en ciencia inédita invalorable, digna de pasar a los grandes libros de historia. Los libros sobre esos caudillos son muchos, variados, los más hechos durante las gestiones de los caudillos, escritos por los más amplios círculos de obsecuentes que buscan acomodo en la administración pública. Y, claro, todo caudillo posee sus odios, sus obsecuentes transforman esos odios en política de Estado; se transforman en canes rabiosos que persiguen a quien se oponga a los designios del Jefe o a quien simplemente disienta de algunas de las ”filosofías” del caudillo.
¿Qué es lo más duro, lo más detestable que uno puede encontrar en La Fiesta del Chivo de Vargas Llosa? ¿El poder del dictador, las matanzas, los ríos de sangre, su ceguera, el favor a sus familiares, la falta de idea de país, el enriquecimiento ilícito, la discrecionalidad en el manejo del poder, la corrupción generalizada, la sensación de que su poder será eterno? Cada quien puede escoger cualquiera de esos temas de la pregunta. Pero, y el pero es importante, no se debe olvidar la obsecuencia. Si algo destila el libro, si algo sale de esa historia, es la tremenda obsecuencia de sus ministros, de sus militares, de sus correligionarios, de sus círculos íntimos y de sus amigos. Eso quizás es lo más grave, pues no había palabra de crítica, ni rictus de molestia de ninguno de ellos ante los excesos del dictador. Por el contrario, él estaba rodeado de aplauso, de genuflexiones, de palmadas en la espalda para aprobar todo; de obsecuentes de grandes bisagras en sus espaldas para besarle las manos. La sonrisa y aplauso de aprobación para todos sus errores y todos sus crímenes era lo cotidiano de la política y del funcionamiento del poder.
Pero, no es necesario haber leído La Fiesta del Chivo para darse cuenta de lo que es la obsecuencia, pues todo lo que hemos descrito, lo hemos visto hace décadas en nuestro país, pues esa obsecuencia, llamada también llunkerío, es una de las constantes en el trato a los líderes, a los caudillos, a los dueños del poder. ¿No existía eso con los liberales, con los conservadores, con los falangistas, con los militares, con los emenerristas, con los miristas? ¿Es que acaso sus círculos íntimos, sus núcleos de poder, sus ministros no eran casi exactamente igual a los retratos de La Fiesta del Chivo? ¿Es que el caudillo admite crítica? ¿Es que el líder se inclina ante la razón? ¿Es que se puede ir lejos en política, si no se es obsecuente ante el caudillo? ¿Es que acaso el mejor asesor no es aquel que recita lo que piensa el caudillo? ¿Qué importa la ética, la razón, la reflexión, la formación, si lo que desea el caudillo es la obsecuencia?
Pero, todos los caudillos han caído, algunos se han desplomado, porque simplemente el poder es ave pasajera, es cosa fugaz, en unos casos dura más que en otros, pero siempre, siempre el poder se va. El pecho de muchos se inflama en exceso con una pizca de poder, el pecho del caudillo crece más, cuando es poder es más grande. Pero, lo cierto es que la obsecuencia no construye un buen manejo del poder ni del Estado, ni de la cosa pública. En muchos casos, el exceso de obsecuencia se convierte en un insulto que hiere al sentido común y al herirlo convierte al poder en más fugaz. La obsecuencia no convierte en eterno al caudillo; antes, bien puede debilitarlo y perjudicarlo, con lo cual caudillos y dictadores, junto a sus obsecuentes, acaban antes de lo previsto. Es que el poder no es eterno, aunque así lo crean quienes lo ejercen.
Carlos Toranzo Roca es economista.
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