jueves, 16 de mayo de 2013

Capitalismo boliviano y rentismo

http://www.paginasiete.bo/2013-05-16/Opinion/Destacados/18Opi00216-05-13-P720130516.aspx

- 15/05/2013

En 2012, Bolivia exportó más de 11.000 millones de dólares. Hace una década, las exportaciones sólo alcanzaban a mil millones. Las importaciones de 2012 alcanzaron a una cifra superior a los 8.000 millones dólares. Hace diez años esas compras sólo alcanzaban a 700 u 800 millones. Estas cifras, más las reservas internacionales cercanas a 14.000 millones de dólares, conducen a decir que el boom económico basado en el alza de los precios de la materias primas continúa. Los ingresos de exportación, en especial los provenientes del gas, nutren las arcas estatales, los de la minería lo hacen en una menor cuantía.

En el capitalismo boliviano, el patrón de desarrollo es primario exportador, ahora controlado dominantemente por el Estado, pero con una adición: el campo de la intermediación comercial está manejado por una variedad de burguesías cholas, burguesías emergentes, empresariados aymaras o burguesías populares, todas de alma neoliberal. El modelo tiene una paradoja dentro de sí, es estatal en el control de la propiedad de los activos o de los flujos provenientes de la venta de materias primas, acompañado de un neoliberalismo popular que se encarga de la intermediación comercial.

Ese patrón de desarrollo no se basa en la creación de valor agregado ni en el desarrollo de la industrialización, como el núcleo de su desenvolvimiento. La historia corrobora las líneas gruesas del patrón descrito, pues los liberales del siglo XX, la Revolución de 1952, el neoliberalismo de las décadas de los años 80 y 90 del siglo pasado, o el MAS con su presencia en el poder, lo único que hicieron fue desarrollar un patrón de desarrollo primario exportador, basado en la exportación de materias primas. Sólo la Revolución Nacional hizo un débil esfuerzo de industrialización, pero sobre una base primario exportadora que era la clave de su modelo económico; los demás fueron, con matices diferenciados, portadores de la tarea de profundizar el patrón primario exportador.

En el largo plazo el patrón de desarrollo es siempre primario exportador, sea con propiedad estatal de los recursos naturales o con presencia de la gran inversión privada en el control de las materia primas; hoy existe un pequeño signo de eso en la minería, con el caso de San Cristóbal.

Para el futuro, juzgando la historia centenaria, es poco previsible hablar de la gran industrialización del país; lo que la historia deja intuir es que el futuro seguirá siendo primario exportador. Hoy, en el siglo XXI, dependemos mucho más que antes de las ventas de gas y de los minerales; es decir, somos más primario exportadores que antes. Sin embargo, desde la Revolución Nacional hay signos muy importantes de cambios, pero básicamente en la esfera de la circulación de mercancías y control de algunos servicios, pues desde el 52, con mucha más intensidad que antes, son muchos sectores populares quienes controlan los circuitos comerciales. El fenómeno de las burguesías cholas en el control del comercio no es un hecho de los años 80 o 90 del siglo pasado ni un fenómeno únicamente de este siglo; por el contrario, sus señas más fuertes -no digo raíces, pues éstas son más cercanas a los viejos llameros encargados del transporte de minerales de hace siglos- y su potenciamiento están más visibles desde el inicio de la Revolución de Abril.

En estos últimos años lo que podemos observar es que el fenómeno del control de los circuitos comerciales, de la circulación de mercancías, el transporte de mercancías y de personas está controlado por la diversidad de burguesías cholas; ellas, con una lucidez extraordinaria, utilizando los códigos de mercado, el favor del Estado, aprovechando su colocación favorecida dentro del corporativismo, han sabido posicionarse como el nuevo empresariado neoliberal del presente, que combina muy bien rasgos fenicios con el aprovechamiento de la lógica rentista del Estado y de los actores sociales.





Carlos Toranzo es economista.

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