lunes, 1 de abril de 2013

¿Plurinación o nación boliviana?

http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2012/0125/noticias.php?id=40852








Por: WALDO TORRES ARMAS | 25/01/2012 | Ed. Imp.
 
Bolivia tiene un problema de identidad pendiente desde la nueva Constitución que niega la existencia de una nación boliviana, lo que supone una construcción nacional más frágil e incierta.

El discurso plurinacional se fundamenta en que Bolivia es un “Estado plurinacional”, no una “nación boliviana”. Reduce a Bolivia al papel de “Estado anfitrión”, pero no una nación. Reconoce como tales a las llamadas 36 nacionalidades “históricas puras”, suprimiendo la mestización sufrida por la mayoría de la población.

Sin embargo, las plurinacionalidades, en cuanto a personas concretas, sólo alcanzan significación en su vida mortal si se las entiende como partes de esa gran Persona que es la “nación boliviana”, como personalidad colectiva reconocida por el derecho internacional, sin que esto signifique ignorar o desconocer la identidad y derechos propios de las 36 naciones reconocidas, cuyos derechos quedan subordinados a la permanencia de la “patria eterna”, que es la comunidad natural en que nacieron. La organización supranacional, supera a las plurinaciones, no para disminuirlas o absorberlas, sino para darle un alcance más amplio y elevado.

La construcción de Bolivia se está llevando a cabo en oposición precisamente a esa premisa, privilegiando un sentimiento débil plurinacional en detrimento del nacionalismo boliviano, creando una crisis identitaria.

La inutilidad de la discusión proviene de que la fórmula “plurinación dentro de un Estado” no puede servir de solución para nuestros problemas de integración territorial ni cultural. Y ello es así porque nación significa nación política, la plurinación requeriría un Estado compuesto por entidades si no soberanas, por lo menos con territorios determinados y separados distintivamente. Plurinación como nación “cultural” queda vacía de sentido “nacionalista”, por cuanto el nacionalismo es inseparable del sentido político de nación, y queda también vacío de sentido jurídico-constitucional, pues es la “nación boliviana” la base popular del Estado. El problema de la pretendida transformación plurinacional, a pesar de la retórica, es que en el Estado existen varias naciones, pero no varios nacionalismos, y en estrictos términos jurídicos, dentro del Estado la titular de la soberanía es la nación boliviana, y no las 36 nacionalidades.

En Bolivia tenemos noción de identidad nacional como aproximación cultural, pero no de comunidad política. Tenemos mito de origen, pero no de futuro, y toda nación necesita un ideal, un norte, para convertirse en una sociedad razonablemente integrada y cohesionada. Con la exaltación de la plurinacional no se fortalece la nación boliviana, que es la única a quien debemos nuestra lealtad.

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