Brasil ratifica que caso Pinto es tratado al más alto nivel

ASILO El fin de semana, el vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, afirmó que este tema no forma parte de la agenda bilateral.

Nancy Vacaflor / La Paz - 14/09/2012

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APG

Familiares y seguidores de Roger Pinto realizaron una vigilia.

El embajador de Brasil en Bolivia, Marcel Biato, afirmó ayer que el caso del asilo al senador opositor Roger Pinto (CN), que aguarda que el Gobierno le conceda el salvoconducto para dejar el país, se maneja “al más alto nivel” entre ambas cancillerías.

“Es un tema que se está manejando al más alto nivel entre las cancillerías y estamos seguros de que en el marco de las relaciones entre ambos países es un tema que encontrará su respuesta”, declaró escuetamente el embajador y evitó dar mayor información sobre la situación del caso.

El vicecanciller Juan Carlos Alurralde declaró el pasado domingo que la situación de Pinto no forma parte de la agenda bilateral entre Brasil y Bolivia.

“Este tema lo hemos dejado, lo hemos aislado de los temas bilaterales que tenemos con Brasil, que son mucho más importantes. Ambos países hemos dicho que no vamos a dejar que un elemento aislado, algo donde hay desencuentro de visión sobre este tema, perjudique las relaciones”, declaró entonces la autoridad gubernamental después de que la BBC publicó que el caso Pinto forma parte de las negociaciones entre los dos gobiernos; este hecho también fue negado por Alurralde: “En este caso no hay un diálogo específico”, señaló el diplomático.

Incluso en una ocasión, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó que este asunto diplomático estaba cerrado.

Pinto se encuentra en la legación diplomática brasileña en La Paz desde el 28 de mayo. El 8 de junio la Cancillería de Brasil oficializó el asilo a favor de Pinto, decisión que tomó en el marco de su Constitución Federal.

La decisión del Gobierno de Dilma Rousseff causó la molestia en el Gobierno boliviano, que calificó la determinación como una “equivocación” porque Pinto no es ningún perseguido político sino un ex funcionario público con varios procesos penales por hechos de corrupción, por lo que debe responder ante la justicia.

Contra Pinto se abrieron al menos 20 juicios por presuntos hechos de corrupción y desacato, una figura legal introducida durante la dictadura.

Para la opositora Convergencia Nacional, se trata de una persecución política porque Pinto denunció hechos de narcotráfico y corrupción en los que estarían implicados autoridades.

El vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, y la ministra de Lucha contra la Corrupción, Nardi Suxo, desistieron de sus demandas por desacato después de conocer que Brasil le otorgó el asilo político.

“(Éste) es un tema delicado”, apuntó ayer el embajador Biato a tiempo de pedir que este tema se mantenga en una conversación entre las cancillerías de ambos países. Anteriormente, Biato fue criticado por la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, porque pidió que se pueda conceder un salvoconducto al político opositor. La funcionaria entonces le acusó de asumir el rol de “vocero político” de Pinto.

Las autoridades bolivianas aún esperan que Brasil reflexione sobre su decisión de otorgarle asilo después de presentar documentación amplia sobre los procesos que pesan en contra del asambleísta de oposición.

Por otro lado, la familia y seguidores del senador Pinto iniciaron una campaña para que el Gobierno le conceda un salvoconducto para dejar el país y reunirse con su familia, que ya se encuentra en el lado brasileño.

En criterio de ambos gobiernos, el caso del senador Roger Pinto no afectó a las relaciones bilaterales; sin embargo, según opinan algunos expertos en temas internacionales, esta situación incomoda a ambas naciones.