El Estado es
altamente dependiente de los precios internacionales del petróleo y los
minerales, pero no prioriza el potenciamiento del aparato productivo nacional
generador de empleo.
http://www.eldiario.net/noticias/2012/2012_09/nt120903/economia.php?n=22&-bolivia-no-tiene-un-elevado-deficit-fiscal-gracias-a-la-renta-extract
La Fundación
Jubileo hizo un análisis que compara datos del Balance Fiscal
(déficit/superávit) del Sector Público, considerando la totalidad de los
ingresos públicos, comparados con un escenario en el cual se resta la renta por
hidrocarburos y minerales (es decir, sin IDH, sin regalías por hidrocarburos y
sin regalías mineras).
La
conclusión más importante es que para los niveles de gastos e inversiones que
se realizan, si no se contarían con los recursos de hidrocarburos y minería se
tendría un significativo déficit fiscal, señala el análisis publicado en la
última revista de la entidad.
Para el año 2011, el superávit fiscal fue de 1.382
millones de bolivianos. Sin embargo, en el escenario sin Impuesto Directo a los
Hidrocarburos (IDH) y Regalías, el déficit fiscal hubiera llegado a 13.533
millones en 2011.
En lo que se
refiere al porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) también presenta un
superávit; pero que tiende a disminuir acercándose nuevamente a situaciones
deficitarias. Y en el escenario sin renta extractiva se advierte que se
tendrían niveles deficitarios preocupantes, similares a los efectivamente
registrados a principios de la década de los 2000.
En la situación actual en que el Estado cuenta con
estos recursos provenientes de fuentes extractivas, el 2011 se registró un
superávit de 0,8%; pero sin los recursos de esta renta se convertiría en un
déficit de -9,6%.
Principalmente
desde las gestiones 2004 y 2005 la diferencia entre la situación con renta
extractiva y sin renta extractiva es mayor, puesto que es justamente los años
en que comienzan a incrementarse estos ingresos, tanto por el aumento de
precios como por la creación del IDH.
RECURSOS DEL
TGE
Por otro
lado, al analizar la situación del Tesoro General del Estado (TGE), que
corresponde a los recursos administrados por el Nivel Central, se puede
advertir que las circunstancias son similares o incluso peores, puesto que si
bien desde el año 2006, gracias a la renta por hidrocarburos, el TGE tuvo una
situación superavitaria, rápidamente se retornó a la situación deficitaria a
partir del 2009.
Para el 2011, el déficit del TGE fue de 364 millones
de bolivianos; pero sin la renta por hidrocarburos hubiera sido de 3.587
millones, según Jubileo.
En ambos
casos, tanto para el Sector Público Total como para el TGE, al realizar el
cálculo de la situación sin renta extractiva como porcentaje del PIB, se ha
restado del PIB total las actividades económicas: Petróleo crudo y gas natural,
y Minerales metálicos y no metálicos.
EFECTO
ECONÓMICO
Sin embargo,
se debe tomar en cuenta que los sectores extractivos también se registran y
tienen efecto en otras actividades económicas y que el PIB de los demás
sectores de la economía han sido dinamizados los últimos años indirectamente
por los mayores recursos que se reciben de la renta extractiva. En
consecuencia, si se consideraría este aspecto, la situación sin estos recursos
sería aún peor de lo observado.
Asimismo, se
debe considerar que en el escenario hipotético solamente se ha restado la renta
que recibe el Estado por IDH y regalías; no obstante, el sector público también
recibe ingresos por impuestos que pagan las empresas de los sectores
extractivos, como ser el Impuesto al Valor Agregado o el Impuesto a las
Utilidades de las Empresas, que no se han restado en el análisis de Jubileo y
sin los cuales la situación sería más crítica.
“A pesar de
la limitación de la información presentada, se observa y se puede aseverar que,
tanto para el Sector Público en su conjunto como para el Nivel Central, la
dependencia de la renta extractiva es bastante alta y sin estos recursos la
situación fiscal sería preocupante”, agrega el trabajo.
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