sábado, 5 de abril de 2014

EL PELIGRO DEL CORPORATIVISMO

http://www.laprensa.com.bo/diario/opiniones/columnistas/20140405/el-peligro-del-corporativismo_56055_92092.html

Por Rolando Tellería A. - Columnista - 5/04/2014



En México, esta eficiente herramienta política fue exitosamente utilizada por el Partido Revolucionario Institucional, que gobernó durante más de 70 años.


En Bolivia esta estrategia fue eficientemente utilizada por el MNR durante los primeros 12 años de su Gobierno, cuando cooptó a dirigentes de la COB y del movimiento campesino con cargos de primer orden en el Ejecutivo y Legislativo, en los que participaban en las decisiones de políticas públicas.


En estos últimos cuatro años, el MAS, utilizando este mecanismo, nada desdeñable en política, ha cooptado, a su estilo, a los líderes de los principales sectores y de los movimientos sociales. En orden de prelación, se puede identificar a las Federaciones del Trópico de Cochabamba, la Federación Nacional de Cooperativistas Mineros, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, la Federación Sindical de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, la Confederación Nacional de Juntas Vecinales, la Central Obrera Boliviana, el Transporte Federado y algunos sectores del comercio minorista informal.


En los diversos estamentos del poder y del Estado, estos sectores tienen su representación, o, mejor dicho, su respectiva cuota de poder. Si bien en su composición estos grupos son heterogéneos, juntos poseen una gran y amplia capacidad de movilización frente a cualquier eventualidad política. En concentraciones y marchas de apoyo, en conflictos, pero, sobre todo, en época electoral, se convierten en una máquina impresionante en la ingeniería política para la reproducción del poder.


Los gobiernos que utilizan esta estrategia política asumen  el peligro de una articulación horizontal contraria a las líneas oficiales, así como la desideologización y pérdida del norte. Estos dos últimos síntomas ya se pueden advertir en las filas del partido de Gobierno.


Sin embargo, el mayor peligro de la forma corporativista es para la sociedad en su conjunto y el propio sistema democrático. En determinado momento, estos sectores priorizan más sus intereses y ponen en riesgo las políticas de Estado, instante en el que la población queda a merced de los “movimientos sociales”. Es lo que exactamente ha sucedido en el conflicto de los cooperativistas mineros.

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