Un libro de regalo para Evo

http://www.paginasiete.bo/opinion/2013/11/14/libro-regalo-para-5937.html

Ahora que se acercan las fiestas de fin de año y el Presidente  está dando tantos regalos a los bolivianos, los ciudadanos deberíamos organizarnos y darle un presente a él. Y éste debería ser un libro, la Constitución Política del Estado, para ser más exactos.
Si el Presidente la leyera (seguro que alguna vez lo hizo, es la Carta Magna que su Gobierno hizo aprobar) se daría cuenta de cuán equivocado está en muchas de sus actitudes. Por ejemplo, cuando señaló sobre el defensor del Pueblo: "Debo reconocer yo, es el error que he cometido, yo había sugerido a los movimientos sociales que Rolando Villena sea defensor del Pueblo (…). Yo pensé que realmente iba a responder”.
Evo Morales debería saber que existe el concepto de separación de poderes y que bajo esa idea, en su atribución más amplia, ciertas entidades estatales deben tener autonomía y no regirse bajo los designios del Jefe Supremo, sino de la ley. En ese grupo está la Defensoría del Pueblo. Que él lo haya propuesto (cosa que nos enteramos tres años después), no quiere decir que el defensor sea su empleado ni que deba "responderle”. La Defensoría, dice la Constitución, "no recibe instrucciones de los órganos del Estado” y tiene "autonomía funcional”.
La separación de poderes está en la base de la democracia porque entraña que el poder se comparte, debe ser limitado. Y al hacerlo, obviamente, pone límites a la cantidad de tiempo que una persona puede detentar el Gobierno. En el caso de Bolivia se permiten sólo dos gestiones presidenciales seguidas. Por eso Evo no debía haber aceptado ir a la re-reelección: "Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”, dice la disposición transitoria primera.
Dándole un repaso a la Constitución, el Presidente también evitaría pedir a los ministros que hagan campaña la mitad del tiempo de sus funciones y no entregaría generadores de electricidad a cambio de votos de los mineros cooperativistas (que no pagan impuestos ni respetan la ley laboral). Tampoco  le diría "diario enemigo de Bolivia” al periódico (éste, por si el lector no se enteró) que hizo notar esa situación. Al respecto, la Carta Magna asegura que "los bolivianos tienen derecho a la (…) honra, honor, propia imagen y dignidad” (artículo 21, inciso 2). Existen otros muchos aspectos en los que leer (y acatar) la CPE le ayudaría al Presidente a cometer menos excesos.
Para que el Vicepresidente no se quede sin regalo, podríamos darle una copia de la CPE también a él. Se daría cuenta, por ejemplo, de que haber señalado que en su partido los parlamentarios no pueden pensar y ser críticos (que no se aceptan "librepensadores”) contradice su artículo 21, inciso 3 (que dice que todos los bolivianos tienen derecho "a la libertad de pensamiento (…) expresados en forma individual o colectiva, tanto en público como en privado”).
El Vicepresidente también se daría cuenta de que haberle sugerido a Doria Medina abandonar la política porque es un "burgués” viola el artículo 14, inciso 2 (lo mismo que el haber intentado desacreditarme recordando que mi madre es chilena), porque establece que el Estado "prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología (…) condición económica o social (…) que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona”.
Como se ve, la Constitución no se cumple en éstos y en otros innumerables puntos (derecho a defensa, a juicio justo, a ser enjuiciado en libertad, a expresar libremente las ideas, etcétera) y ello refleja que la democracia en el país se está empobreciendo. Si hay personas poderosas que están por encima de la ley, la base en la que se sustenta la democracia corre serio riesgo.


Raúl Peñaranda es periodista.