Un ejemplodel "Estado Fuerte" de García Linera.
- 30/09/2012
http://www.paginasiete.bo/2012-10-01/Opinion/Destacados/11Opi00101-10-12-P720121001LUN.aspx
Las condiciones de vivienda de los maestros son lamentables: no tienen baño, no hay agua y son frías. Los profesores, respaldados en la reforma educativa, no son muy exigentes con los alumnos. No hacen seguimiento del proceso de aprendizaje de sus educandos. La indisciplina escolar es una de las quejas más resaltadas tanto por los padres como por los propios maestros, quienes, a veces, se sienten presionados y amenazados por los alumnos en cuanto a exigencias y calificaciones. Los mismos alumnos, bachilleres, expresan que no salen preparados para ingresar en la universidad.
Los padres no se involucran en la educación de sus hijos. Parten del principio de que educar a los hijos es meterlos a la escuela y listo. “No hay tiempo por las puntas ( turnos) y lo jodido del trabajo en la mina” son el justificativo.
Los padres cooperativistas, en muchos casos, sacan a sus hijos u otros jóvenes del colegio para que trabajen en la mina como makunkus debido a los buenos precios de los minerales. “Ésta es una oportunidad que no se puede desperdiciar y, además, en la zona hay mano de obra”. En muchos casos, jóvenes de 13 años ya están trabajando y, por ello, prefieren seguir laborando antes que seguir estudiando.
Esto provoca que los jóvenes manejen dinero que luego es gastado en los recreos, en la compra de modernos aparatos de sonido, autos y bebidas alcohólicas. Si bien el trabajo de los makunkus, debido a los accidentes en interior mina, ha sido suspendido públicamente, los fines de semana y en vacaciones los jóvenes entran a laborar en los parajes de los cooperativistas sin que nadie diga nada.Los alumnos de Colquiri gastan en sus recreos entre 10 y 50 bolivianos diarios. Los hijos de los cooperativistas son los que más dinero gastan en sus recreos y es un factor de diferenciación y rivalidad con el resto de los jóvenes (especialmente hijos de trabajadores de la empresa Sinchi Wayra), que presionan a sus padres para que también les den mayores montos de dinero o les permitan prestarse de las dulceras para que se pague a fin de mes.
Como dicen los pobladores, “hay miramientos entre cooperativistas, jornaleros, contratistas y empleados formales por la ganancia que obtienen y esto repercute en la escuela”.
En definitiva, los alumnos tienen y manejan más dinero para gastar que el mismo profesor, lo que lleva a que muchos alumnos(as) traten a los maestros con displicencia y falta de respeto o a que, éstos, se sumen a sus alumnos en actividades extracurriculares.
Los festejos por el aniversario de los colegios, si bien pretenden generar espíritu de cuerpo y una sana competencia entre unidades educativas, se han convertido en motivo de preocupación. Los festejos que antes eran de tres días se han extendido a una semana, lo que provoca que se suspendan las clases, sin tomar en cuenta que semanas antes igualmente se suspenden labores para preparar los actos de festejo; se incurre en gastos económicos que no todos los padres pueden asumir, y que aumente el consumo de bebidas alcohólicas entre los jóvenes.
El elevado consumo de alcohol entre los jóvenes de ambos sexos es un tema de preocupación entre los colquireños. Las razones para esto son varias: padres que no tienen tiempo y sólo se dedican a ganar dinero; hacinamiento en las viviendas, donde una familia de seis miembros comparte uno o dos ambientes; las instituciones (Alcaldía, compañía y cooperativas) no promueven actividades deportivas; padres que también se refugian en el alcohol bajo cualquier pretexto; manejo de dinero por parte de los jóvenes ya sea porque trabajan o porque sus padres les dan significativos montos; maestros que “comparten” con sus alumnos el consumo de alcohol; existencia de zonas rojas (sector cementerio, estadio) donde los chicos y chicas se reúnen ya a pie o en sus autos para beber.
Todas las escuelas y colegios de la región reciben desayuno y almuerzo escolar que se financia con aportes municipales. A pesar de esto, y según datos del centro de salud de la parroquia, en el centro poblado de Colquiri se presentan casos de desnutrición. Esto debido a que los padres no reciben orientación sobre nutrición. La compra de golosinas y de comida chatarra (hamburguesas y pollos broaster) es generalizada. El consumo de verduras es bajísimo, agravado porque la oferta de la misma es muy reducida. A un amigo colquireño le pregunté: ¿Cuánto de lo escrito en 2009 habia cambiado? Me miró y, con la cabeza gacha, sólo calló.
Iván Arias Durán es ciudadano de la República de Bolivia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario